Analizando los datos del año 2022, se puede apreciar que los indicadores de seguridad en Guatemala se han deteriorado, condición que ha ido aumentando desde el 2020, año con los registros e indicadores más bajos de inseguridad en los últimos 10 años, en gran parte, como resultado de las condiciones sociales generadas por las medidas estatales para hacer frente a la pandemia del Covid-19.
Con el retorno gradual a las condiciones previas al año de la pandemia, en el 2021 el comportamiento delictivo no mantuvo la tendencia a la baja. Entre los años 2021 y 2022 se observa una tendencia al alza, que desde luego supone un deterioro de los indicadores de seguridad. Esta situación en el contexto de la seguridad ciudadana se constata principalmente en el aumento de la tasa de homicidios, el aumento de la muerte violenta de mujeres, el incremento del robo de motos particularmente y el aumento de las extorsiones a nivel nacional.
Lo que se pretende en este documento, es un análisis descriptivo sobre el contexto de inseguridad del año 2022, comparado con los registros de los dos años previos en tres temas: delitos contra la vida, violencia contra mujeres y delitos contra el patrimonio.
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